Kerlin Rodríguez, una niña de 8 años de la comunidad de Playa Grande, Nacaome, tiene grandes sueños. Ella sueña con crecer y convertirse en una gran profesional. A pesar de su corta edad, Kerlin ha sido testigo de los desafíos que enfrentan sus padres para poder mantener a sus hijos en la escuela. Sus padres trabajan incansablemente, haciendo varios empleos a la vez, esforzándose cada día por darles lo necesario para que puedan estudiar.
Este año, Kerlin estuvo a punto de no poder ingresar a tercer grado. Un evento inesperado sacudió a su familia cuando su hermano necesitó una operación de emergencia, y sus padres tuvieron que destinar todos sus ahorros a cubrir los gastos médicos. Con el peso de esta situación sobre sus hombros, quedaron sin dinero suficiente para comprar los útiles escolares que Kerlin y sus hermanos necesitaban para continuar sus estudios.
Sin embargo, la esperanza llegó gracias a Fundesur. A través de nuestro compromiso con la educación y el bienestar de las comunidades, Kerlin y sus hermanos recibieron kits escolares que les permitieron regresar a la escuela. Ahora, Kerlin sigue soñando y luchando por ese futuro brillante que tanto anhela, sin que la falta de recursos se interponga en su camino.
En Fundesur, creemos que los niños son el futuro de nuestro país, y es por eso que cada año proporcionamos kits escolares a niñas y niños como Kerlin, ayudando a reducir la deserción escolar en las comunidades donde estamos presentes. Sabemos que la educación es la base de una sociedad próspera, y seguimos trabajando arduamente para mejorar la calidad de vida de las personas, brindándoles las herramientas necesarias para que alcancen sus sueños.
Gracias a Fundesur, Kerlin no solo ha recuperado su oportunidad de estudiar, sino también la esperanza de un futuro lleno de posibilidades.
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